
El calzado más antiguo encontrado hasta la fecha corresponden a unas sandalias encontradas en 1938 por el arqueólogo Luther Cressman de la universidad de Oregón ( EE.UU ) durante unas excavaciones realizadas en Fort Rock Cave, situado también en Oregón.
Las sandalias están hechas con fibras vegetales, datan de hace unos 10.000 años y se han mantenido en muy buenas condiciones hasta su hallazgo gracias a que estaban cubiertas por una capa muy gruesa de cenizas expulsada por el volcán Fort Rock que se encuentra a unos 800m. del lugar del hallazgo y cuya última erupción ocurrió hace unos 7.500 años.
Sin embargo, el calzado cerrado de piel más antiguo encontrado hasta la fecha se encontró en una cueva situada en la provincia de Vayotz Dzor, en Armenia. Tienen una antigüedad de 5.500 años y está hecho de piel de vaca.

Cuando encontraron estas zapatillas, contenían en su interior hierva y paja. No se sabe cual era el fin de este relleno pero los arqueólogos teorizan con que o bien cumplía la función de mantener los pies calientes o por el contrario, sirviera para mantener la forma de la zapatilla a modo de horma.
Según los arqueólogos, estas zapatillas se usaron al rededor del 3.500 a.c. y aunque son pequeñas, no saben si por un hombre o una mujer.
El descubrimiento lo realizó un equipo internacional, parcialmente financiado por la National Geographic y dirigido por el doctor Ron Pinhasi, de la universidad de Cork.
La razón por la que estas zapatillas no se han degradado y hayan llegado en buenas condiciones después de tanto tiempo es que la cueva donde se encontraron, desde hace miles de años ha servido para guardar a los animales de granja como ovejas y cabras, por lo que estaban cubiertas por una gruesa capa de excrementos de animales.